Cómo leer con tu hijo desde que camina y hasta los 3 años
Establece el ritual de leer una historia antes de dormir.
Canta con él poesías y juegos de la tradición oral, como “Estaba el señor don Gato”.
Conversa con él sobre los sucesos del día y sobre lo que leen juntos.
Relaciona las imágenes y las historias de los libros con la vida diaria “Mira, es como la abuela cuando trae frutas…”.
Cómo leer con tu hijo desde los tres hasta los seis años
Habla y juega con él a partir de las historias.
Ofrécele narraciones más largas, con aventuras dramáticas o divertidas. Las de miedo le ayudarán a enfrentar sus temores.
Anímalo a que adivine qué ocurrirá en el cuento. Relaciona personajes y eventos con otras historias.
Dale lecturas sobre animales, objetos y eventos de la vida diaria.
Sigue con el dedo los renglones que lees.
Invítalo a que te lea sus libros favoritos: seguirá las imágenes y te contará qué recuerda.
Invítalo a leer párrafos o páginas completas del libro que comparten.
Cómo leer con tu hijo si está aprendiendo a leer
Léele en voz alta e invítalos a que lean para ti. Tú puedes leer una página y ellos otra…
Diles que lleven a casa libros de la biblioteca escolar para leer juntos.
Cuando lean juntos, evita presionarlos para que lean rápido o vocalicen bien. No les preguntes sobre ideas principales y secundarias… Leer con tus hijos no es una tarea escolar.
Convierte la televisión en aliada, busca libros de sus personajes favoritos o que amplíen la información que tus hijos encontraron en la pantalla.
Cómo leer con tu hijo que ya lee solo
Léeles en voz alta: tú lees una página y ellos otra.
Conversa con ellos sobre lo que leen invitándolos a explicar aquello que les gusta, interesa o molesta de cada historia.
Suscríbelos a una publicación, impresa o virtual; algunas páginas de Internet tienen espacios para que ellos lean textos y también para que los escriban y compartan lecturas con otros lectores de su edad.
Ve con ellos a la librería o a la biblioteca, dales la oportunidad de hablar a solas con los libreros y los bibliotecarios sobre sus gustos e intereses, acompaña con discreción sus elecciones.
Si quieres tener un hijo lector…
No lo obligues a leer o a terminar una historia.
No le ofrezcas un libro como alternativa a la televisión.
No te impacientes por terminar la lectura.
No lo regañes por no saber leer bien.
No dejes sus dudas sin respuestas.
No trates la lectura en el hogar como una tarea escolar.
No le hagas preguntas de comprensión de lectura.
No le pidas que relea una palabra que no pronunció bien.
No conviertas la lectura en un castigo o en una alternativa a la diversión.
No insistas en que lea un libro en especial o en que le gusten los mismos temas que a ti.